En el marco del Día Mundial del Beso, la sexóloga Laura Carrizo reflexiona sobre el papel fundamental que juega el beso en la intimidad de las parejas y cómo puede mejorar la conexión emocional y sexual entre las personas.
Para muchos, el beso es el primer contacto físico con una persona que les atrae: «El beso puede ser un componente importante en la intimidad de las parejas, y funciona como un indicador de la atracción o la conexión emocional», comenta la experta.
La sexóloga destaca que el beso no solo es un acto físico, sino que también tiene implicaciones emocionales y hormonales. «El beso libera hormonas de felicidad y placer, como la oxitocina y la dopamina, que pueden llevar a la excitación sexual». «Además, el beso también puede ayudar a fortalecer la conexión emocional y la complicidad entre las parejas», agrega.
Sin embargo, la experta también señala que el beso no siempre es una constante en todas las relaciones sexuales. «Hay ocasiones en las que las personas se relacionan sexualmente sin besos de por medio”, y eso no necesariamente significa que la conexión emocional o la intimidad sean menos significativas.
La sexóloga enfatiza que la clave del éxito de un beso radica en la comunicación y el conocimiento mutuo de las parejas. «Es importante explorar y descubrir qué les gusta a ambos, y comunicarse sobre las preferencias y deseos en la intimidad», comenta la experta.