Avanza la conformación del Consejo Económico y Social, una mesa de trabajo multisectorial que el Presidente creará por decreto para abordar estrategias y políticas públicas de mediano y largo plazo. La presidencia estará cargo de Gustavo Béliz.
Fernández creará por decreto para abordar estrategias y políticas públicas de mediano y largo plazo a través de áreas vinculadas con la educación, el desarrollo regional, ciencia y tecnología, empleo y jubilaciones.
El secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien ocupará la presidencia del Consejo, mantuvo en los últimos días reuniones preliminares, a la espera del decreto del presidente Alberto Fernández que lo ponga en marcha oficialmente antes de que concluya febrero.
En la misma semana que el Presidente recibía a los dirigentes del campo que conforman la Mesa de Enlace y el Gabinete Económico a sindicalistas y empresarios, Béliz se reunía -el viernes- con representantes de los cultos, en una continuidad de los encuentros que ya mantuvo el año pasado con sindicalistas y empresarios con vistas a la postergada creación del organismo como consecuencia de la crisis sanitaria.
Siempre con perfil bajo, trabaja silenciosamente por estos días en la presentación del proyecto ante algunos de los sectores que se sentarán a la mesa de trabajo y haciendo eje en el intercambio de ideas para superar la crisis que deja la pandemia de coronavirus y su impacto socio-económico, dijeron fuentes oficiales.
En principio, el Consejo estaría conformado por empresarios, sindicatos, movimientos sociales, cultos y representantes de la comunidad científica, educativa y del Gobierno nacional, mientras que el mandato de su titular podría ser de cinco años.
Durante la reunión con las instituciones religiosas, en la que también participó el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, como representante del Gobierno, algunos de los invitados se comprometieron a hacerle llegar a Béliz algunos documentos con ideas y propuestas sobre cuestiones económicas, sociales y educativas, según precisaron a Télam allegados al encuentro.
Participaron Jorge Knoblovits (DAIA), Máximo Jurcinovic (Conferencia Episcopal Argentina), Aníbal Bachir Bakir (Centro Islámico Argentino), Néstor Miguens (Federación Argentina de Iglesias Evangélicas), Jorge Gómez (Aciera) y Marcelo Figueroa (Iglesia Presbiteriana de San Andrés).
«Fue una reunión preliminar porque se pone en marcha el Consejo Económico y Social y las representaciones religiosas tienen un lugar. Casi con seguridad va a haber algún anuncio antes de fin de mes. Fue una reunión muy buena», señalaron a esta agencia fuentes oficiales.
El decreto presidencial que le dará nacimiento formal al Consejo Económico y Social todavía se encuentra en proceso de redacción en el despacho de la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quien acostumbra siempre compartir las revisiones finales de los puntos más destacados con el Presidente antes de la publicación en el Boletín Oficial.
Con la creación del organismo, respaldado formalmente por las Naciones Unidas, Fernández cumplirá con una de sus promesas de campaña y ejes de su discurso ante la Asamblea Legislativa del año pasado.
Finalmente, luego de idas y vueltas respecto de su envío al Congreso de la Nación para que fuera tratado como proyecto de ley durante las sesiones extraordinarias, el primer mandatario resolvió que serán los miembros del Consejo los que le darán forma a un texto que reglamente su funcionamiento para que, luego sí, sea abordado por los diputados y senadores nacionales.
En la apertura de las sesiones legislativas, Fernández habló el año pasado de generar un nuevo contrato social que se base en responder en modo «colaborativo y cooperativo», que responda sobre la promoción de «profesiones estratégicas y trabajos del futuro», la agenda del «cambio climático y el financiamiento de una infraestructura verde, sobre cómo atraer «la riqueza que está en el exterior con fines productivos nacionales», además de otros interrogantes sobre como afianzar «instituciones republicanas más transparentes y socialmente eficaces».
«Soy consciente de que esta iniciativa supone una autolimitación a mis facultades administrativas. Sé muy bien que implica estar dispuesto a abrir cauces de participación novedosos en nuestro sistema democrático», dijo.
«Quiero desplegar esos cauces, propiciar la llegada de un aire nuevo y renovador. Durante demasiado tiempo nuestra democracia ha estado asfixiada en el microclima de intereses mezquinos, de miradas tecnocráticas o de pujas estériles. Queremos que sea el motor no sólo de políticas de Estado, sino de políticas de la sociedad», sostuvo en la jornada del 1° de marzo pasado.
Entre los lineamientos, anticipó que los dirigentes y especialistas que representarán a los diferentes sectores deberán compartir una «responsabilidad histórica» y ser «creativos, movilizar propuestas de excelencia, innovar, saber renunciar a miradas individuales cuando se establecen iniciativas superadoras de conjunto».
«Desde este Consejo tenemos que ser capaces, todos juntos, de diseñar la agenda de futuro, ajena a la puja distributiva y a la coyuntura de corto plazo. No pretendemos que desde su ámbito se discutan ni precios ni salarios ni paritarias, elementos que estarán contenidos en la institucionalidad ya existente del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil», añadió Fernández.