Así lo expresó Carlos Reynoso, Titular del Cucailar – La Rioja, en el marco de las actividades que se realizan por el Día Nacional del donante de órganos. Precisó que la provincia tiene mayor demanda de riñones, hay 104 pacientes en lista de espera, continúan en la lista las demandas de hígado corazón y córnea.
Al respecto Reynoso expresó que hoy “estamos conmemorando el día nacional de la donación de órganos en pos de aquella persona que quedó embarazada y pudo dar a luz después de una donación de órganos, hoy recordamos que hay esperanza y vida”. Por tal motivo en plaza 25 de mayo se realiza una jornada de concientización sobre la importancia y necesidad de la donación de órganos.
Cabe recordar que hace unos años hubo un cambio en la legislación y actualmente todo se rige por la ley que se conoce como “Ley Justina” en homenaje a Justina Lo Cane, la chica de 12 años que falleció el 22 de noviembre de 2017 a la espera de un corazón. El 26 de julio de 2018 su nombre se convirtió en justicia para miles de personas que ahora podrán recibir una donación. La ley 27.447, reglamentada este enero, dispone que “toda persona mayor de 18 años” es donante de órganos o tejidos salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario. Así, las personas que deciden no donar sus órganos, deben estar inscriptos en un registro de no donantes.
Reynoso agregó que La Rioja hoy cuenta con “104 pacientes renales en lista de espera y en menor proporción hígado, corazón y córnea; además hay 158 pacientes aguardando ingresar a la lista de espera”. Expresó que en la provincia solamente se realizan trasplantes de córnea, pero “desde el ministerio de salud se está trabajando fuertemente para avanzar en un trasplante renal”.
Por otro lado, en el desarrollo de las actividades dialogamos con Cristian Zárate, un trasplantado bipulmonar y nos contó su experiencia “mi experiencia fue después de 4 años en lista de espera, vivir 2 años en Bs As y dejar todo aquí. Tuve que tener siempre la mente positiva para tener un postoperatorio favorable. Después de un resfrió mi capacidad respiratoria era del 35% y a pesar de tener vida normal tenía muy afectada la capacidad respiratoria, la única salida una tenía era un trasplante pulmonar. Gracias a mi familia y la ley Justina estoy aquí”.