La familia de un hombre fallecido en el hospital Herrera Motta de Chilecito está atravesando un momento de profundo dolor y descontento, tras denunciar una posible negligencia y un sistema que, aseguran, favorece el encubrimiento de irregularidades en la salud pública local. La investigación judicial ya está en marcha, con la intervención del juez Alberto Carrizo, el juzgado de instrucción número uno y el fiscal Diego Torres, aunque la familia expresa sentir que aún hay muchas cosas por esclarecer.
Johana Aguirre, hija de la víctima, relató que el proceso para intentar obtener información fue abrupto y lleno de obstáculos. «Estábamos llevando la carpeta de mi papá cuando mi hermana le prohibió a una enfermera que se llevasen nada más sin decirnos nada, y en ese momento llegaba el abogado. No tuvimos ni tiempo de preguntar nada, y yo en ese estado no podía ni entrar, estaba muy nerviosa», afirmó Johana. La familia acusa que la situación fue traumática y que, además, no les facilitaron detalles sobre las personas que atendieron a su padre.
La autopsia ha avanzado, y la familia espera los resultados definitivos para entender exactamente las causas del deceso. «Hasta ahora no hay más noticias, solo que al día siguiente hicieron todas las muestras y retiraron ciertos registros. El abogado dice que también están esperando respuestas», explicó Johana, quien también reveló que su abogado es Fernando Soria. La mujer afirmó que el fiscal Torres Pagnussat, involucrado en la causa, ha mantenido un compromiso activo, colectando testigos y esperando los resultados de los análisis, que serían enviados directamente a los tribunales y no a la policía.
Uno de los puntos más controvertidos de la investigación tiene que ver con la administración de medicamentos. Johana contó que su padre, quien tenía antecedentes de alergia a la penicilina, fue medicado sin su consentimiento ni el de su familia, lo que llamó la atención y generó sospechas. Además, describió cómo la confusión en el hospital y la falta de información aumentaron el caos emocional de la familia. «Solo sé que mi papá empezó a tener pupilas dilatadas y estuvo en estado crítico, pero las enfermeras se escondieron y nunca supimos quiénes atendieron a mi papá», expresó.
La familia también denuncia un supuesto encubrimiento por parte del personal hospitalario, quienes, según relataron, desaparecieron después de la muerte del familiar y no han brindado información clara. La situación ha generado un fuerte rechazo en la comunidad local. Los vecinos, cansados de la falta de transparencia y de los antecedentes de amiguismo en el sistema de salud, expresan su apoyo y consideran organizar una marcha para exigir justicia y transparencia.
«Muchísima gente nos ha enviado condolencias y compartido sus propias historias. La gente está cansada de la injusticia, de que todo quede en silencio, de que las autoridades tapen todo», afirmó Johana. La preocupación por el estado del sistema de salud en Chilecito es compartida por muchos, quienes consideran que si no se actúa, estos casos seguirán repitiéndose.
Finalmente, la familia recibió la recomendación de contactar a Mirta Collante, presidenta de la organización Madres del Dolor en La Rioja, para recibir apoyo en la búsqueda de justicia y acompañamiento en el proceso. «Necesitamos toda ayuda posible. Este no es solo nuestro dolor, podría ser de cualquiera», concluyó Johana.
