El presidente Emmanuel Macrón y el primer ministro Naredndra Modi reafirmaron durante una charla telefónica su voluntad común de trabajae por «un espacio Indo-Pacifico abierto e inclusivo».
El pacto militar en el Indo-Pacifico firmado la semana pasada por Estados Unidos, Reino Unido y Australia conocido como «Aukus»que busca neutralizar la creciente influencia china en esa región biogeográfica y significó la cancelación de una compra multimillonaria de submarinos franceses, sigue desatando rechazos y configurando alianzas entre sus detractores.
Hoy, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro de India, Narendra Modi, se comprometieron a «actuar conjuntamente» para promover la estabilidad en esa región y aseguraron que el acuerdo busca rechazar «cualquier forma de hegemonía».
El compromiso llega en medio de una crisis entre París y Washington, que aún no alcanza su techo, y que se desbocó cuando, para firmar el pacto, Australia rompió un importante y multimillonario contrato de compra de doce submarinos franceses convencionales.
Macrón y Modi reafirmaron durante una charla telefónica su voluntad común de «actuar conjuntamente en un espacio Indo-Pacifico abierto e inclusivo», a través también de los «trabajos europeos» sobre la región, reza un comunicado del Gobierno francés, reproducido parcialmente por la agencia de noticias AFP.
«Este enfoque tiene por ambición promover la estabilidad regional y el imperio de la ley, descartando cualquier forma de hegemonía», agrega la nota de la presidencia francesa.
La alianza tripartita, que permitirá a Australia comprar submarinos estadounidenses de propulsión nuclear, desató tensión diplomática entre Francia y todos los signatarios, e incluso implicó la cancelación esta semana de un encuentro previsto entre los ministros de Defensa de Reino Unido y Francia.
Macron reiteró el compromiso francés de contribuir a reforzar «la autonomía estratégica de India, también a nivel industrial y tecnológico», en el marco de una relación basada en la «confianza y el respeto mutuo».
El mandatario francés convirtió en 2018 en una prioridad el Indo-Pacifico y, en esa zona, mantiene una relación privilegiada con algunos países clave como India, a la que Francia vendió en 2016 unos 36 aviones militares Rafale.
Este martes, Alemania se sumó a una polémica al asegurar que el comportamiento de Estados Unidos en el asunto fue «irritante y decepcionante», según afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas.
«Puedo entender el enfado de nuestros amigos franceses», dijo Maas a periodistas en Naciones Unidas, donde los líderes se reúnen para la Asamblea General.
«Lo que se decidió, y la forma en que se decidió, fue irritante y decepcionante, y no sólo para Francia», añadió el ministro.
Para Macron la pérdida de un contrato multimillonario con Sydney es sólo un perfil de las complicaciones que podría traerle el pacto tripartito -conocido como Aukus- ya que podría golpear la reelección en abril del mandatario que se enfrenta al desafío de calibrar su respuesta tras aumentar la presión.
El hecho de que Francia no haya sido informada ni involucrada en Aukus indudablemente debilita la posición francesa.
EEUU buscó poner paños fríos pocos días después de desatada la tensión, cuando el secretario de Estado Antony Blinken dijo que Francia es un «socio vital» en Asia para Washington.
«Quiero enfatizar que no hay una ruptura regional que separe los intereses de nuestros socios del Atlántico y el Pacífico. Francia, en particular, es un aliado vital en esto», afirmó Blinken ante periodistas.
Sin embargo, París decidió anular una velada de gala prevista para el viernes en Washington en la residencia del embajador francés para celebrar el aniversario de una batalla naval decisiva en la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Mientras tanto, los líderes de la Unión Europea (UE) se posicionan del lado francés.
En una entrevista con CNN, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo: «Uno de nuestros países miembros fue tratado de una manera inaceptable. Queremos saber qué pasó y por qué».
Aukus fue impulsado por el expresidente Donald Trump con el objetivo de vincular a Washington con la seguridad del Indo-Pacifico y fortalecer la supremacía estadounidense en Asia.
Los analistas interpretan que con este paso Washington adelanta una nueva Guerra Fría con China y que el aumento de la presencia militar norteamericana en Asia desmiente los análisis que aseguraban que la retirada de Afganistán constituía un paso atrás dado por la Casa Blanca en su compromiso con Asia.
Observadores europeos, en tanto, creen que la nueva alianza podría dejar fuera a la UE como actor principal en esta importante región asiática.
China asegura que Aukus remite al intento de resucitar una nueva Guerra Fría, mientras Corea del Norte, que calificó la medida como «extremadamente indeseable y peligrosa» aseguró que tomará «contramedidas».
Fuente: Télam