Un reciente informe de Chequeado y Connectas, elaborado por la periodista tucumana Irene Benito, expuso situaciones alarmantes de nepotismo en la Justicia Federal argentina. Sobre La Rioja revela que el juez federal Daniel Herrera Piedrabuena se destaca porque todos sus parientes se desempeñan en el juzgado a su cargo: al menos una cuñada, un concuñado, yernos y un primo trabajan con él en la única dependencia federal de primera instancia que tiene la provincia. Las dudas sobre la independencia y transparencia del sistema.
Al menos 46 jueces de 14 provincias tienen familiares en cargos judiciales, es el principal dato que revela la investigación periodistica que hace foco en un mapa de las relaciones familiares que existen hoy en parte de la Justicia federal argentina.
«El juez Piedrabuena no quiso responder nuestra consultas. Le preguntamos con genuino interés y curiosidad, queremos saber qué hace que se haya inclinado de esta manera por su familiares para llenar los cargos vacantes. Y nos parece importante por los riojanos, porque se tienen que llevar muy bien con la familia de Herrera Piedrabuena porque si tienen algún problema con algunos de sus miembros, es posible que eso después les genere inconveniente si tienen que litigar en la justicia federal», expuso la periodista en diálogo con Multimedio UNLaR.
Benito aclaró: «nosotros no hacemos juicio sobre idoneidad o las aptitudes morales de las personas designadas. Nosotros creemos que sería bueno que se aplique la ley de Ingreso Democrático» que asegura el acceso a cargos mediante concursos y no por vínculos familiares, y sigue sin aplicarse efectivamente desde su sanción hace más de 11 años. “Esta es una oportunidad para instaurar un cambio verdadero en la justicia”, sostiene.
La situación se agrava al señalar que el Congreso ha mostrado poca insistencia en exigir el cumplimiento de esta ley. “Es grave que el Poder Judicial no aplique la ley y que el Congreso limite su rol legislativo”, critica Benito.
Además, se hace hincapié en la responsabilidad de la política en impulsar una justicia más profesional, ya que a menudo se carga a los jueces con las responsabilidades que también pertenecen a los dirigentes políticos.
Benito espera que su investigación sirva no solo para visibilizar el problema del nepotismo, sino para fomentar un cambio real que permita que la Justicia sea más accesible y equitativa. La ciudadanía demanda reformas y una respuesta ética de sus jueces frente a los abusos que deben enfrentar.
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