En conmemoración del aniversario de la Revolución de Mayo de 1810, Radio UNLaR dialogó con el arquitecto Juan Carlos Giuliano para adentrarnos en el pasado y descubrir cómo era la ciudad de La Rioja en aquellos tiempos.
Para comprender la conformación del casco céntrico de la ciudad en 1810, el arquitecto explicó la importancia de entender el concepto de «ciudad» en aquel entonces. En ese contexto histórico, una ciudad se consideraba como tal cuando era fundada mediante una ceremonia oficial. Esto transformaba un lugar deshabitado en una ciudad y se le encomendaban las autoridades correspondientes. A partir de ese momento, la ciudad comenzaba a crecer en función de sus posibilidades.
Giuliano destacó que la ciudad de La Rioja nunca fue ajena a las características de su territorio, que se caracteriza por ser inhóspito y extremadamente seco, con una limitada disponibilidad de agua. Estas condiciones geográficas imponían importantes restricciones, especialmente en términos de producción.
Sin embargo, La Rioja se destaca como “la ciudad más planificada de todo el territorio argentino”, aunque no era una ciudad muy poblada, fue gracias a los esfuerzos de figuras destacadas como Ramirez de Velasco, a quien se le atribuye la fundación de la ciudad y quien logró obtener financiamiento y llevó a cabo proyectos en la ciudad.
El verdadero crecimiento de la ciudad de La Rioja comenzó a partir de la década de 1930, y desde entonces ha dejado una huella significativa en la historia de la región.
