Hoy es mejor dialogó con estudiantes de la carrera de la licenciatura en Comunicación Social ante la compleja situación económica por la que atraviesa la provincia y el país.
Lucía (21), oriunda de San Salvador de Jujuy y Uriel (22) del departamento Ángel Vicente Peñaloza comentaron cómo atraviesan la crisis económica y el día a día para poder alcanzar el sueño de ser profesionales.
Así fue que Uriel pasó de abonar 400 a 3000 pesos el alquiler en el albergue estudiantil Néstor Kirchner y ahora paga 30 mil pesos.
«Antes lo pagaba con lo que cobraba del plan Progresar. El problema hoy es que me lo dejaron de abonar sin ningún motivo», aunque reconoció que ya se trata de un problema que es generalizado, porque lo mismo ocurrió con sus compañeros de carrera.
«Sobrevivía la segunda parte del mes con esa ayuda que ya no cuento», agregó.
En relación a las compras, ambos estudiantes reconocieron que administran un presupuesto entre 50 y 80 mil pesos, comprando en supermercados y ferias de productores como una alternativa más económica.
Uriel recibe una encomienda con alimentos desde el interior provincial y Lucía reconoció que hizo acopio de útiles escolares para ganarle a la inflación, aunque también reconocieron que el mayor recorte lo realizaron lo realizaron a este segmento.
«Este año decidí hacer una hibridación entre el uso de cuadernos y la computadora o el teléfono celular. Está normalizado el uso de la tecnología en el aula, ya que se pueden tomar apuntes en clases», comentó el riojano.
Mientras que la estudiante jujeña aseguró que «el recorte siempre viene por el lado de la librería, ya que la prioridad es poder comer».
Ante la consulta sobre el uso de medios de transporte, ambos estudiantes reconocieron que se movilizan caminando, debido a la la cercanía que tienen con la ciudad universitaria.
Concluyendo, los estudiantes se manifestaron preocupados ante la situación económica por la que atraviesa la universidad pública y remarcaron el sacrificio que realizan sus familias, llevando tranquilidad y contención para alcanzar el sueño del título universitario.
«Es difícil para uno estar lejos de la familia, pero estamos apostando a tener una carrera y un futuro gracias a la universidad pública y gratuita», finalizaron.
