Líderes de la Iglesia local y representantes de movimientos sociales están colaborando para apoyar a las familias más carenciadas de la provincia. Esta unión busca mitigar las dificultades sociales, especialmente ante la falta de comedores y la escasez de recursos disponibles.
En una reunión reciente, se destacó que «no hay comedores y existen galpones llenos de mercadería que no llegan a quienes más lo necesitan». Muchos han quedado sin empleo, lo que plantea la necesidad de reformular las estructuras del Estado. El Padre Baigorrí subrayó que «nuestra misión es acompañar a los más vulnerables, garantizando salud y educación».
Se han planificado cenas para aproximadamente 200 familias, organizadas dos veces al mes. El Centro de Desarrollo Social, liderado por Alfredo Menem, apoyará con mercadería hasta diciembre, incluyendo una cena navideña en la plaza principal.
El sacerdote también mencionó que la justicia social es crucial, resaltando que «no podemos permitir que los costos de la crisis recaigan sobre los más desfavorecidos». La comunidad se siente impulsada a no permanecer en silencio y a actuar para enfrentar la adversidad.
Las iniciativas generan esperanzas de un impacto positivo y vínculos de solidaridad en un momento crítico, buscando un futuro más esperanzador para todos.
