Tomando como punto de partida mapas de líneas de subtes de grandes ciudades como Viena, París, Barcelona, Tokio y Nueva York, y de la señalética urbana de diferentes sitios, el artista crea abstracciones geométricas que integran la serie Vestigios.
A partir de un site specific y dos series de pinturas, el artista Pablo Sinaí pone en cuestión la idea de progreso vinculada a la hiperconectividad y problematiza las tensiones entre la vida social y la intimidad en «El signo que habito», una exposición que a partir del 1 de diciembre abrirá sus puertas en MM Gallery, un nuevo espacio de exhibición en Villa Crespo que cuenta también con una sede en Berlín.
Tomando como punto de partida mapas de líneas de subtes de grandes ciudades como Viena, París, Barcelona, Tokio y Nueva York, y de la señalética urbana de diferentes sitios, el artista crea abstracciones geométricas que integran la serie Vestigios. “Son rastros, huellas y mapas arqueológicos de posibles trayectos que nosotros mismos configuramos», señala.
A partir de estos mapas de las redes subterráneas –entramados complejos que marcan el pulso acelerado de megalópolis–, Sinaí crea síntesis abstractas geométricas, silenciosas y atemporales. Parte de esa producción estará exhibida en la sede Villa Crespo del novedoso espacio MM Gallery.
Allí también expondrá la serie «Múltiple», surgida a partir de la imagen de una mariposa bajada de Internet que el artista usa como patrón para crear diferentes diseños y con la que alude a la infinidad de efectos que escapan al control y al entendimiento del ser humano.
La muestra se completará con «Intervalo límbico», una inquietante presencia humanoide que el artista creó inspirado en la tensión entre la vida social y el mundo íntimo. ¿Cómo exponernos y, al mismo tiempo, resguardarnos de nuestros propios demonios? fue la pregunta que obró como disparador de la obra.
En plena pandemia, Romina y Luciana Massarino abrieron MM Gallery, un espacio de arte contemporáneo con sedes en Buenos Aires y en Berlín que exhibe obras de artistas argentinos. Apenas un mes antes del confinamiento estricto, dejaron a punto la filial de Villa Crespo. Y ya avanzado el 2020 Luciana se instaló en Berlín para seleccionar un espacio e impulsar desde allí el proyecto.
De grandes dimensiones, ambas sedes tienen una estética industrial y se encuentran fuera de espacios tradicionales para galerías: la de Buenos Aires ocupa uno de los pisos de un edificio donde funcionan talleres textiles; la de Berlín, un gran subsuelo.
Fuente: http://www.telam.com.ar