En la Columna Política de este viernes analizamos con el Lic Bernardo Sánchez Alem varias aristas de la instancia política- electoral de Argentina.
La elección general determinó que, al no poder acceder en primera vuelta ningún candidato, la presidencia se definirá en Ballotage, o segunda vuelta, elección en la cual quien saque un voto más que el rival gana.
Sergio Massa fue el vencedor de la elección general con 9.645.983 votos 36,68%, en segundo lugar Javier Milei consiguió un pasaje al ballotage con la obtención de 7.884.336 votos 29,98%. En tercer lugar y fuera de la competencia quedó Burllich, junto a Schiaretti y Bregman.
Los números hablan, ¿y qué dicen? Para resaltar está por un lado, el segundo lugar de Milei, el cual, a decir de él, ganaba en primera vuelta. Milei sólo logró crecer el 0.12% respecto a los porcentajes de votos de las PASO, obteniendo el 29,98% contra el anterior 29.86%. En cuanto a la cantidad de votos obtuvo 532.092 votos más, teniendo un crecimiento del 7.3% respecto a las PASO, llegando en total a la suma total de 7.884.336.
Otro punto para resaltar fue la victoria de Massa, pero además de ello fue el crecimiento significativo que tuvo desde las PASO. En las elecciones PASO, Sergio Massa obtuvo 5.070.104 votos (sin contar los de Grabois) y en las Elecciones Generales 9.645.983 votos. Por lo tanto Sergio Massa tuvo un incremento del 91%, 4.575.879 votos más con respecto a las elecciones PASO. Notable resultado que superó las expectativas del más optimista.
Teniendo en cuenta los votos obtenidos en la Elección General por parte de Sergio Massa y Javier Milei, la diferencia entre ambos es, 45% Milei y 55% Massa. Milei necesita 1.761.647 votos más que los obtenidos para alcanzar a Sergio Massa.
Ahora observemos la cantidad de votos que no eligieron ninguna de las dos opciones anteriores, estos son 9.570.656, llegando a sumar el 35% del electorado.
Con el fin de observar la cantidad de votos que necesitan del electorado que no los votó y suponiendo que Sergio Massa y Javier Milei, retienen el mismo resultado que en las Elecciones Generales, el total de votantes que no los votó representa un total de 9.570.656.
Se observa la cantidad de votos que necesitan obtener cada uno de ellos, para ganar en segunda vuelta:
Javier Milei necesita 5.742.213 votos, para superar el 50%
Sergio Massa necesita 3.804.142 de votos para superar el 50%
Sobre el total que no votó ni a Sergio Massa ni a Javier Milei, observamos que Sergio Massa necesita crecer un 28% respecto a las Elecciones Generales para obtener la victoria. Necesita cooptar 3.804.142 votos
Sobre el total que no votó ni a Sergio Massa ni a Javier Milei, observamos que Javier Milei necesita crecer un 42% respecto a las Elecciones Generales. Necesitaría captar 5.742.213 votos.
Uniones y desuniones electorales.
Antes que pudieran reflexionar del resultado, ya teníamos una unión electoral. Milei – Bullrich, se adelantaron a todos y decidieron unirse en un apoyo conjunto. El problema es que se adelantaron hasta su propio partido. Bullrich, sin siquiera consultar con un espacio que había cosechados 6.267.152, cuyo nombre es “Juntos”, decidió de manera unilateral y en el domicilio particular de Mauricio Macri, sellar un respaldo al candidato libertario.
El poder de mando que afirmó tener por las victorias en las internas, caducó precisamente en la derrota del domingo. Y en política “Muerto el Rey, Viva el Rey”. Patricia arrojó por la borda la última oportunidad de liderar cierto sector de la oposición y mediante esta decisión unilateral quebraron el frente de Juntos por el Cambio. En este quiebre se fue sola con Mauricio y un poco de la casta económica, pero dejó casi la totalidad de su espacio político, ahora acéfalo y en busca de un nuevo líder, que no será ni ella, ni Macri ni Milei.
Juntos por el cambio se dividió en cuatro partes, por un lado Bullrich, Macri y un minúsculo grupo con Milei, la porción mayoritaria que son los gobernadores y futuros líderes de su propio espacio, el radicalismo que resurgirá nuevamente aunque en partes como partido, y una porción de JXC que en este escenario de quiebre decidirá jugar con Sergio Massa.
Máximas de la política electoral.
En política electoral hay máximas que siempre se deben recordar, “los votos no son transferibles por una persona a otra”, primer error de JXC al creer que los votos de Larreta se sumarían automáticamente y ahora lo comete Milei en apurar una alianza.
La otra máxima que deben saber es que el Ballotage, el electorado que no voto a ninguno de los dos “vota por descarte” “vota al menos peor” no vota ni votará por gusto, quien no voto a Massa o Milei, no los votará el 19 de noviembre por convencimiento o entusiasmo. Esto es importantísimo, porque el proceso de selección de candidatos en este caso se da a la inversa de la anterior elección, acá primero el electorado percibe al peor, o quien peor le cae y vota al otro. El protagonismo en el ballotage es principalmente negativo. Por lo tanto estratégicamente, es más conveniente que el candidato que yo voté y ya no compite, resalte lo negativo de a quien no debo votar, que lo positivo a quien debo.
En la Ciencia Política, y dentro de la Teoría de los Juegos, existen los “Juegos de Suma cero” es donde la ganancia o pérdida de uno es exacta a la pérdida o ganancia del contrincante, o sea un resta del otro, es igual a una ganancia propia. En ballotage se da la situación de suma Cero, dejando de lado la anterior elección con varios participantes. Siguiendo esta teoría y la lógica anterior, tiene mayor beneficio ver al adversario de manera negativa que al propio de manera positiva. Los líderes y referentes electorales que no compiten el ballotage, en los primeros 25 días de campaña de los 30, deben decirme quien es el peor de los dos a quien no debería votar y los últimos 5 días recién quien puede ser el mejor.
En este escenario es donde se equivocó de manera determinante Milei con la forzada foto de Bullrich, mostrando un desconocimiento de ciertas teorías importantes de la Ciencia Política y de campañas electorales, a lo cual hay algunos factores que se debe tener en cuenta para el triunfo o la derrota.
La importancia de los referentes territoriales gobernadores e intendentes, el ballotage se debe impulsar, movilizar o empujar el voto, dado que un tercio del electorado no tiene el candidato que esperaba en la urna. Unión por la Patria los organizó y acordó líneas de acción. Los gobernadores de Juntos por el Cambio que son 10, rechazaron la unión Bullrich – Milei y dejaron librado a su electorado sin movilizar.
El punto de arriba es muy importante dado que el poder de las redes sociales de Milei ya tocó su techo.
El otro punto es el rol de los medios de comunicación masiva, que se mueven en base a intereses, la mayoría de los medios importantes, tomó una posición anti Milei, como dije arriba siendo más efectiva esta que si hubieran sido pro Massa.
Si a este escenario actual, se le suma la participación en un acuerdo de los gobernadores de UXC con Sergio Massa, sin importar que sea explícito y público, será determinante en la suma total del 19 de noviembre.
Más importante que unas buenas cartas es saber cuándo jugarlas, lo cierto que la Libertad Avanza y Juntos Por el Cambio tiraron las cartas más importantes, en la primera y sin analizar las del rival.
En la primera semana se definió el camino de las próximas. Milei y Juntos por el Cambio dejaron servido en bandeja a Sergio Massa, uno de los factores más importantes de la elección; los 10 gobernadores propios, en cuyos territorios había ganado Milei. Milei necesita 1.761.647 votos para recién alcanzar a Massa, votantes que hoy prefieren quedarse en su casa y sin la intervención territorial será muy difícil. Si no está la intervención territorial, quizás los medios de comunicación masiva sean el impulso, y hoy al comienzo del Ballotage estos repiten periódicamente lo negativo del libertario.
Sergio Massa debe respaldar su tropa de gobernadores e intendentes, estimulándolos que redoblen esfuerzos territoriales, porque el impulso principal de la remontada fue el trabajo territorial, esencia y fortaleza del peronismo. Debe lograr acuerdo con los medios de comunicación Masiva. Disminuir cualquier gesto o expresión que despierte rechazó, ser lo más prudente y serio posible. Y preparar el terreno para los desencantados, sean estos políticos o electorales, del forzado matrimonio Bullrich – Milei, para que sientan que tiene un lugar en donde ser escuchados y tenidos en cuenta en la próxima gestión.
