El Gobierno prepara un mecanismo para limitar los incrementos mensuales en línea con la expectativa oficial de “desinflación”. Las boletas detallarán cuántos subsidios percibe cada usuario. Buscan reducir el consumo.
Luego de la quita de subsidios a la luz y el gas oficializada este miércoles, desde julio las tarifas aumentarán todos los meses. El Gobierno pondrá en marcha un sistema de ajustes en base a las expectativas de inflación futura, con el objetivo de limitar el impacto de los incrementos en las facturas en caso de que se mantenga la desaceleración de los precios minoristas. El mecanismo será definido en las próximas semanas por el Ministerio de Economía que busca el mejor “timing” para las subas.
En paralelo, la Secretaría de Energía de Eduardo Rodríguez Chrillo trabaja en un nuevo modelo de facturas. La idea es que los usuarios sepan cuál es “costo real” del servicio público y la magnitud de las subvenciones que reciben del Estado nacional. La premisa es reducir el exceso de consumo y extender la discusión sobre el gasto público.
Por lo pronto, desde junio los usuarios residenciales comenzarán a pagar más por la electricidad y el gas que consumen según las resoluciones que publicó este miércoles Energía en el Boletín Oficial, que implica aumentos de hasta 155 por ciento. Las tarifas se componen de cuatro ítems: impuestos, transporte, distribución y el costo de la energía. Los subsidios son las diferencia entre este último ítem y lo que pagan los usuarios.