Este martes se registraron más bombardeos en la Franja de Gaza luego de que milicianos palestinos dispararan cohetes hacia Israel.
Un renovado y mayor intercambio de ataques israelíes y cohetes palestinos encendió este martes alarmas en Israel y la ocupada Franja de Gaza en una nueva noche de violencia que amenaza con aumentar el número de muertos y heridos, y profundizar la escalada militar.
En total, medios palestinos informaron que el Ministerio de Salud en Gaza registró 30 muertos desde el lunes por los bombardeos israelíes, mientras que la cifra de víctimas fatales en Israel por los cohetes lanzados desde ese pequeño territorio palestinos oscilaba entre tres y cinco, ya que nuevos fallecidos surgieron esta noche en la ciudad de Lod, según informó el diario Haaretz.
Tanto el Ejército israelí como el movimiento islamista palestino que controla el interior de Gaza, Hamas, anunciaron nuevos bombardeos este martes por la noche del martes al miércoles, y medios israelíes informaron que las sirenas de precaución por posibles ataques ya sonaron en varias ciudades del sur del país y del centro, como Tel Aviv y sus suburbios.
Según informó Hamas, lanzó 100 cohetes contra la zona de Tel Aviv en represalia por los bombardeos de la noche del lunes contra Gaza.
En paralelo, una serie de protestas estallaron este martes por la noche en las principales ciudades de mayoría palestina o con importante población palestina en Israel, y en una de ellas, Lod donde un palestino ciudadano israelí falleció el lunespor disparos de un colono judío, se declaró el estado de emergencia en un intento por frenar las manifestaciones.
El Gobierno israelí trasladó tropas del territorio ocupado palestino de Cisjordania a Lod, poco después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu prometiera aumentar los ataques contra el otro territorio palestino ocupado, Gaza.
«Desde ayer (lunes) el ejército llevó a cabo centenares de ataques contra Hamás y la Yihad Islámica en Gaza (…) y vamos a intensificar aún más la fuerza de nuestros ataques», anunció el jefe de Gobierno, en un mensaje de vídeo y advirtió que el movimiento islamista palestino que controla Gaza, Hamas, «será golpeado de una manera que no se espera».
Este martes, primero dos mujeres israelíes murieron cuando cohetes lanzados desde Gaza cayeron en una zona residencial de la ciudad costera de Ashkelon, informó el servicio de socorristas de Israel. Más de 60 israelíes resultaron heridos en otros ataques similares.
Horas después, la Policía israelí informó que una tercera mujer falleció en la localidad de Rishon Letzion, cerca de Tel Aviv, por el impacto de otro cohete lanzado desde la Franja de Gaza, según la agencia de noticias AFP.
Ya con la muerte de las dos primeras mujeres, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que iba a «incrementar tanto la fuerza como el ritmo de los ataques» en Gaza contra los grupos islamistas palestinos Hamas, que gobierna en la región, y Yihad Islámica.
«Hamas recibirá ahora golpes que no esperaba», dijo.
La respuesta de Hamas no se hizo esperar.
«Si (Israel) quiere una escalada, estamos preparados y si quiere detenerse también estamos listos», amenazó el líder del movimiento islamista en Gaza, Ismael Haniyeh, y exigió que las fuerzas israelíes se retiren de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, sede de dos importantes mezquitas para el mundo islámico y el epicentro en los últimos días de la escalada de represión y enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Pero la violencia no se limita ni siquiera a esos dos territorios, Gaza y Jerusalén.
El lunes, un palestino ciudadano israelí fue asesinado a tiros por un colono judío israelí en medio de protestas en la ciudad de Lod, una de las ciudades de mayoría palestina más importante de Israel; mientras que el Ministerio de Salud del Gobierno palestino en la ocupada Cisjordania informó que un palestino murió y otro resultó herido por disparos de soldados israelíes cerca de la ciudad de Naplusa.
En medio de una escalada que hace temer lo peor en la región, Egipto anunció que estaba tratando de mediar un alto el fuego, pero el ciclo de violencia parecía estar tomando demasiado impulso.
Incluso antes de las dos primeras muertes israelíes, el Ejército dijo que se enviarán refuerzos a la frontera entre Gaza e Israel y el ministro de Defensa israelí ordenó la movilización de 5.000 reservistas, todas señales de una campaña más amplia por delante.
El fuego cruzado llegó luego de varios días de los peores enfrentamientos en Jerusalén entre palestinos y policías y colonos israelíes desde 2017, justo en coincidencia con el mes sagrado islámico de Ramadán, dedicado al ayuno y la oración.
Más de 1.000 palestinos resultaron heridos desde el viernes pasado en la represión y choques en la Ciudad Vieja de Jerusalén este, la antigua ciudadela amurallada que alberga algunos de los lugares más sagrados del islam, el judaísmo y el cristianismo.
La actual ola de violencia, al igual que otras anteriores, incluyendo las dos Intifadas o levantamientos palestinos contra la ocupación israelí, se vio alimentada por la disputa en torno a la soberanía de Jerusalén, uno de los asuntos más calientes del largo conflicto.
Israel capturó los territorios palestinos de Cisjordania, Gaza y Jerusalén este en una guerra en 1967 y luego se anexionó esa parte de mayoría palestina de la ciudad. Los palestinos quieren fundar un Estado en Cisjordania y Gaza con capital en Jerusalén este.
Israel lanzó tres grandes ofensivas contra Hamas en Gaza desde que el grupo islamista tomó el control de la región con costa al mar Mediterráneo, que está separada de Cisjordania, donde queda Jerusalén, por el territorio del Estado de Israel.
Recientes olas de violencia terminaron luego de algunos días de bombardeos cruzados, por lo general gracias a la mediación de Egipto o de Qatar.
Sin embargo, ninguna resolución parece inmediata.
Desde que comenzaron las hostilidades transfronterizas, ayer, milicianos de Gaza lanzaron más de 500 cohetes contra Israel, dijo el Ejército israelí, mientras que el Ministerio de Salud de Gaza informó de 28 palestinos, entre ellos diez niños, que murieron en los bombardeos de Israel contra el enclave. Además, otras 152 personas resultaron heridas.
Como es usual, con la escalada militar también comenzó la guerra informativa.
Mientras que un vocero del Ejército israelí dijo a periodistas que 16 de los muertos en Gaza eran milicianos de grupos armados palestinos, entre ellos el movimiento islamista Hamas, que gobierna en la región costera, autoridades de Gaza destacaron que nueve de los diez chicos que murieron ayer en el primero de los bombardeos israelíes, y entre ellos siete pertenecían a la misma familia, nformó la agencia de noticias AFP.
Israel sostiene que respondió al lanzamiento de cientos de cohetes palestinos – uno de ellos impactó anoche contra un edificio de siete pisos en Ashkelone hirió a seis personas- con 130 ataques de aviones de combate y helicópteros contra objetivos militares en Gaza.
Sin embargo, los 22 países de la Liga Árabe y los 57 de Organización para la Cooperación Islámica (OCI) lo culparon de esta última escalada de violencia, mientras la ONU dijo estar «profundamente preocupada» y condenó «cualquier incitación a la violencia», y Estados Unidos ratificó su apoyo a su aliado en la región.