Mendoza ha dado un paso polémico al aprobar un decreto que establece el cobro por atención médica a extranjeros no residentes en la provincia, como parte de un paquete de veinte reformas de salud presentado por el gobernador Alfredo Cornejo, explicó en Dosis Diaria de Noticias, la periodista Laura Fiochetta.
Este nuevo sistema, que entró en vigencia el 1 de agosto, ha generado un intenso debate sobre su viabilidad y justificación.
El gobernador Cornejo, perteneciente al espacio político de la Unión Cívica Radical, ha argumentado que esta medida busca recuperar fondos para el sector público de salud, el cual, según las autoridades provinciales, ha estado perdiendo recursos debido a la atención de extranjeros. «La creación de este ente recaudador responde a la necesidad de controlar y cobrar por los servicios que ofrecemos en nuestros hospitales públicos», explicó durante una conferencia de prensa.
El decreto también incluye mecanismos para garantizar que las obras sociales paguen por las prestaciones que no están cubriendo, algo que ya se venía haciendo, pero que ahora se espera que sea más estricto. Sin embargo, la aclaración es contundente: “Esta medida no afecta a quienes han residido en Mendoza durante años ni a aquellos con residencia precaria, quienes seguirán recibiendo atención gratuita”, aclaró el gobernador.
La situación se complica al comparar Mendoza con otras provincias, como Salta, donde la atención a extranjeros promedió unos 3,000 pacientes mensuales antes de implementar una ley similar. «Nosotros recibimos aproximadamente 3,000 extranjeros al año, con lo que no se mueve la aguja en términos de recursos», enfatizó Cornejo, sugiriendo que la medida no es solo una cuestión de recaudación, sino también de política pública ante la demanda local.
Además, el decreto ha generado tensiones con el gremio de profesionales de la salud, Ampros, ya que Cornejo propuso un cambio en el sistema de remuneración para los médicos. “La opción de pagar por productividad es una forma de incentivar a nuestros profesionales, pero está lejos de ser una solución única a los problemas que enfrentamos”, explicó Fiochetta sobre la situación de la salud pública en Mendoza.
Con la implementación de este decreto, Mendoza se adentra en un terreno delicado que podría afectar no solo a los extranjeros que requieren atención médica, sino también a la percepción de la salud pública en la provincia. Los próximos meses serán cruciales para observar cómo se desarrolla este sistema y sus implicaciones sociales y económicas.
