Con esas cifras suman 91.979 los fallecidos registrados oficialmente a nivel nacional y 4.374.587 los contagiados desde el inicio de la pandemia.
Otras 542 personas murieron y 24.023 fueron reportadas con coronavirus en las últimas 24 horas, mientras la Argentina alcanzó casi los 25 millones de vacunas recibidas desde el inicio de la pandemia con el arribo de una nueva partida de 1.181.500 dosis de AstraZeneca.
Según las cifras oficiales informadas, el número de fallecidos se elevó a 91.979, en tanto que los contagiados llegaron a 4.374.587, de los cuales 3.990.289 ya recibió el alta médica y 292.319 son casos confirmados activos.
El Ministerio de Salud indicó que son 7.057 los internados con coronavirus en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 72,4% en el país y del 70,4% en la Área Metropolitana Buenos Aires.
Este viernes se registraron en la provincia de Buenos Aires 8.083 casos; en la Ciudad de Buenos Aires, 1.590; en Catamarca, 406; en Chaco, 561; en Chubut, 283; en Corrientes, 666; en Córdoba, 3.070; en Entre Ríos, 917; en Formosa, 456; en Jujuy, 296; en La Pampa, 352; en La Rioja, 164; en Mendoza, 766; en Misiones, 188; en Neuquén, 300; en Río Negro, 409; en Salta, 666; en San Juan, 441; en San Luis, 458; en Santa Cruz, 125; en Santa Fe, 2.165; en Santiago del Estero, 628; Tierra del Fuego, 56 y en Tucumán, 977.
En este contexto, el vuelo LA 8585 de la empresa Latam Chile, proveniente de la ciudad de Miami, aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza a las 14.59 y completó así un lote semanal de 2.320.500 del antígeno desarrollado en conjunto por el laboratorio sueco y la Universidad de Oxford.
Con este cargamento, la Argentina habrá recibido 24.997.645 vacunas desde el inicio de la campaña de inmunización contra la Covid-19 implementada por el Gobierno nacional y sólo esta semana se alcanzó un récord de distribución, con algo más de 4.000.000 de dosis repartidas en todo el territorio nacional.
Del total de vacunas recibidas, 9.415.745 corresponden a la vacuna Sputnik, (7.875.585 del componente 1 y 1.540.160 del 2); 6.000.000 a Sinopharm; 580.000 a AstraZeneca Covishield; 1.944.000 a AstraZeneca por el mecanismo Covax y 7.057.900 a AstraZeneca Oxford, producidas en forma conjunta entre la Argentina y México.
El lunes se había recibido otro lote de 1.139.000 producidas localmente y terminadas en la planta estadounidense AMRI de Alburquerque, que comenzaron a estar disponibles en las provincias y cuya distribución se completará mañana.
En tanto, se informó oficialmente que una dosis de las vacunas Sputnik V y AstraZeneca reducen entre un 70% y un 80% la mortalidad por coronavirus, según resultados preliminares de un estudio realizado por el Ministerio de Salud de la Nación sobre una muestra de más de 400.000 personas mayores de 60 años.
El trabajo «da cuenta de la efectividad de las vacunas y avala la estrategia argentina de priorizar la aplicación de la primera dosis para alcanzar a mayor número de la población», indicó un comunicado de la cartera de Salud.
En el caso de contar con el esquema completo de vacunación, el análisis concluye que la disminución de la mortalidad con cualquiera de esas vacunas supera el 90% en este grupo.
«La primera dosis genera casi el 80% de la inmunidad, la segunda, en general, eleva esa respuesta y la hace más durable en el tiempo», explicó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, quien sostuvo que la estrategia de inmunización de diferir la segunda dosis para cubrir a la mayor cantidad de población de riesgo en el menor tiempo posible «fue una decisión adecuada y los resultados de este estudio confirman que se ha logrado una alta protección en la población vacunada».
Esa metodología adoptada por la Argentina en marzo pasado fue llevada adelante también por países como Canadá, Reino Unido y otras naciones de Europa.
En el plano internacional, la expansión de la variante Delta, responsable del repunte de casos de Covid-19 en varios países, se contrapone con la baja de casos y muertes que registra la Organización Mundial de la Salud (OMS), y obligó a cierres y nuevas restricciones en los cinco continentes, ante la posibilidad de que se esté frente a una nueva ola.
Hasta acá, la pandemia se estaba desacelerando: el número de nuevos casos registrados es el más bajo desde febrero y el de decesos también retrocede, según la OMS, pero no pocos países -Indonesia, Portugal, Rusia, Reino Unido, Israel, entre otros- atraviesan un repunte epidemiológico causado por la variante Delta, que también provocó un alerta en África.
Identificada por primera vez en India, donde empezó a propagarse en abril, esta variante ya está en al menos 85 países, con porcentajes dispares, según la OMS.
En Europa, se extendió muy rápidamente en el Reino Unido, reemplazando en pocas semanas la variante Alpha, que apareció a finales de 2020, y se estima que pasará lo mismo en el resto del continente, según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), que pronosticó que la mutación representará 70% de las nuevas infecciones a principios de agosto.
En Estados Unidos, su presencia entre los casos positivos secuenciados se disparó de 10% a principios de junio a 35% la semana pasada, un porcentaje similar al de Israel.
El punto es que la variante Delta es entre 40-60% más transmisible que la Alpha, a su vez más contagiosa que la que dominó Europa durante la primera ola.
«Si se relajan las medidas no farmacéuticas durante este verano (europeo), podría haber un aumento rápido y significativo del número de casos diarios en todos los grupos de edad», previno el ECDC hace dos días.
Con la variante Delta, los científicos coinciden en que habrá que vacunar a más del 80% de la población con las dos dosis, también porque esta es capaz de escapar en parte a la «inmunidad natural» de las personas que ya contrajeron el Covid.