Tenía 90 años y su deceso se produce un día después de la muerte de Liliana Caldini, su exesposa y madre de sus hijas
En el último tiempo su salud venía bastante deteriorada. Se había contagiado por primera vez de Covid-19 en 2020 y además había atravesado cuadros de neumonía.
La noticia sobre su partida impactó fuerte en el público, que recordó a un hombre clave de los medios de comunicación que marcó la vida de varias generaciones. Si se le pide a un millón de argentinos, mayores de cuarenta años, que cierren sus ojos y escuchen un “con seguridad”, dirán sin que nadie se los diga: es la voz de Cacho Fontana. Y por eso, su despedida duele.
Una voz para la historia
Con seguridad -de qué otra forma decirlo- Jorge Cacho Fontana fue una de las figuras más destacadas e influyentes en la radio y la televisión argentina. Desde la década del 70 para acá, nadie que repase la oferta radial podrá dejar de mencionar su Fontana Show como un hito que revolucionó el medio. La inconfundible voz de Fontana se convirtió en un marca registrada que aún hoy asociamos a muchas publicidades que buscaban en su estilo de comunicar -seguro, enérgico, generador de empatía- una llegada digna de confianza con el público.
En televisión, entre sus múltiples proyectos, se destacaron claramente Odol Pregunta, La Campana de Cristal y Video Show. Norberto Palese -tal era su verdadero nombre- había nacido el 23 de abril de 1932, hijo de Antonio Palese y Nieves Figueriras. Pasó su infancia en Barracas, trabajando desde muy chico como auxiliar y cadete en la empresa de la cual su padre era capataz. Pero al mismo tiempo, cultivaba una atracción por la locución, que lo llevó a ser presentador en shows barriales y luego presentador de orquestas. De allí “saltó” a la radio, donde se desempeñó por cinco temporadas como locutor suplente hasta que le llegó la oportunidad que lo catapultaría a la fama: conducir Odol Pregunta, concurso de preguntas y respuestas, por TV.