En respuesta a la creciente preocupación por el impacto del uso de celulares en el rendimiento escolar y la convivencia en las aulas, la provincia de Neuquén estaría a punto de sancionar un proyecto de ley que prohíbe el ingreso y uso de teléfonos móviles en los establecimientos educativos. La iniciativa, que cuenta con amplio respaldo en la Cámara de Diputados, apunta a fortalecer la autoridad docente y a crear un ambiente más propicio para el aprendizaje.
El impulsor del proyecto es César Gass, diputado provincial por la UCR, quien junto con el diputado Carlos Coggiola del bloque Neuquén Federal, lidera esta iniciativa. En diálogo con nuestro medio, Gass afirmó que esta propuesta tiene antecedentes en otros países y provincias donde ya se han implementado medidas similares con resultados positivos. Algunas naciones europeas y Brasil, por ejemplo, ya prohíben el uso de celulares en las escuelas y reportan aumentos en la atención y concentración de los estudiantes, así como mejoras en el clima escolar.
“Hay estudios e informes que respaldan que quitar los celulares en las aulas ha llevado a un aumento en la atención de los chicos”, explicó Gass. Además, resaltó que en Neuquén, dada la situación preocupante de la educación —que consideró “deplorable”— cualquier medida que contribuya a mejorar la calidad de la enseñanza será bienvenida. “En Argentina, el sistema educativo está muy afectado y, además, nos distraemos muchísimo. Si no le ponemos foco a lo que el docente transmite, el proceso de aprendizaje se deteriora. La autoridad de los docentes debe ser respetada, y esta ley busca justamente eso.”
El proyecto ya fue aprobado en la Comisión de Educación por unanimidad, tras intensos debates y la consulta a diversos expertos, docentes y representantes gremiales. Con el respaldo casi unánime, se espera que en la sesión del día siguiente sea ratificado por la mayoría de los diputados, consolidando una normativa que podría servir como referente para otras provincias. Desde el interior del país, hay un fuerte interés por replicar este paso que muchos califican de “razonado y discutido”, y que a su vez ha despertado consultas de legisladores y gobiernos provinciales, especialmente de Córdoba y otras regiones.
En cuanto a la implementación, el proyecto prevé que la autoridad de aplicación será el Ministerio de Educación de Neuquén, quien reglamentará en detalle los mecanismos. Entre las decisiones que deberán tomarse figura el uso de lockers o lugares específicos donde los alumnos dejarán sus celulares durante las horas de clase, así como quién será responsable de cuidar los dispositivos.
Respecto a las excepciones, se aclaró que en materias específicas como matemáticas o robótica, en las que el uso del dispositivo puede ser pedagógicamente útil, el docente podrá autorizar su uso. Sin embargo, en general, la normativa buscará limitar y regular estrictamente el uso de celulares en todos los niveles, con especial énfasis en los horarios de clase. Los alumnos podrán portar sus teléfonos, pero no utilizarlos durante las lecciones, pudiendo hacerlo solo en recreo o momentos autorizados.
Este tipo de medidas cuenta con precedentes internacionales y nacionales, donde las evidencias muestran que reducir el uso del celular en las aulas contribuye a mejorar la atención de los estudiantes. “En Argentina, en la época en que la educación tuvo mayor calidad, el docente tenía autoridad y esa autoridad no era discutida por los padres o los alumnos. Centrar la atención en el profesor y en la materia es imprescindible para volver a esos estándares”, añadió Gass.
La normativa también contempla que la regulación final será implementada por cada escuela, designando responsables para el resguardo de los dispositivos. Desde las escuelas privadas, muchas ya aplican prohibiciones similares, pero esta ley busca formalizar y fortalecer ese proceso a nivel provincial.
Con una fuerte adhesión desde distintos sectores, Neuquén apuesta a que esta medida marque un antes y un después en la enseñanza local, y sirva como ejemplo para otras provincias del país, en un contexto donde la educación necesita soluciones efectivas y consensuadas.