La pobreza en La Rioja ha alcanzado niveles alarmantes, afectando a una proporción significativa de la población. Según un estudio realizado por Nicolás Casas, docente universitario y economista, se estima que el 52.5% de la población de la provincia vive en condiciones de pobreza. En el caso de el área urbana del interior, la cifra asciende hasta cerca del 54%, lo que revela que la pobreza en estas localidades es incluso más alta que en la capital provincial.
Casas enfatiza que al calcular la pobreza, se utilizan datos del INDEC para La Rioja Capital, lo que no refleja completamente la situación de los departamentos del interior. «Generalmente, la pobreza en estas áreas suele estar entre un 2% y un 3% por encima de lo que se observa en la capital. Es fundamental no confundir las cifras de pobreza provinciales con las de la capital», advierte. Esto indica que quienes viven en áreas urbanas del interior enfrentan realidades aún más desafiantes.
Los datos se obtienen principalmente de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que se realiza periódicamente y toma en cuenta solo la población urbana. La metodología utilizada se enfoca en la «canasta básica total», que representa el conjunto de bienes y servicios necesarios para que una familia viva dignamente. Para no ser considerada pobre, una familia tipo en La Rioja necesita un ingreso mensual de aproximadamente 870,000 pesos, cifra que se ha vuelto cada vez más difícil de alcanzar debido al proceso inflacionario, que ha superado el 110% en los últimos meses.
En este contexto, la discusión acerca de las políticas para mitigar la pobreza cobra vital importancia. «La política nacional urgente debería ser reducir los índices de inflación. Cuanto más bajos sean estos índices, más fácil será para las familias adquirir la canasta de bienes necesaria», señala Casas. Además, plantea la necesidad de implementar políticas que fomenten la generación de empleo, especialmente en el sector privado, que generalmente ofrece ingresos más altos que los salarios en el sector público en la provincia.
La situación comparativa con otros países de la región, como Chile, aporta luz sobre modelos que podrían ser imitados. Durante la década del 80, Chile enfrentó altos índices de pobreza y, para mejorar esta situación, implementó una política de crecimiento a largo plazo centrada en la generación de empleo privado. «Este enfoque logró resultados significativos en la reducción de la pobreza a lo largo del tiempo», comenta Casas. Por otra parte, también destaca la relevancia de combatir la inflación como una medida urgente para mejorar las condiciones de vida en el corto plazo.
Un aspecto a considerar en la lucha contra la pobreza en La Rioja es la dependencia del empleo público, que se acentúa en el interior de la provincia. «La falta de oportunidades en el empleo privado es aún más notoria fuera de la Capital», subraya Casas. A su vez, señala que en 2019, antes de la pandemia, La Rioja y Catamarca tenían niveles de empleo privado muy similares. Sin embargo, después de la pandemia, Catamarca despegó en términos de generación de empleo privado, lo que subraya la importancia de implementar políticas efectivas para promover este sector.
Finalmente, Casas resalta que para el éxito de estas políticas es necesaria la continuidad y sostenibilidad en el tiempo, independientemente del color político de quienes las implementen. Un ejemplo de esto es el desarrollo del Parque de la Ciudad en La Rioja, una política que empezó con un gobierno, continuó con otro y sigue en pie, demostrando que las buenas políticas pueden perdurar y ser beneficiosas para la sociedad en su conjunto.