El descongelamiento de la tasa de alumbrado público, que había permanecido inalterada desde 2017, busca mejorar la iluminación y modernizar el servicio en la ciudad. Pablo Herrera, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Concejo Deliberante capitalino, destacó que los recursos recaudados se reinvertirán en la mejora de luminarias y calles, un cambio necesario ante el aumento de costos operativos.
Este esfuerzo se da en un contexto favorable entre el gobierno municipal y provincial, a diferencia de administraciones anteriores. Herrera enfatizó que este logro institucional refleja la buena convivencia entre ambos niveles de gobierno.
La nueva tarifa, que se implementará en octubre, será de aproximadamente 600 pesos para jubilados y 1.340 para usuarios residenciales, manteniendo una incidencia mínima en comparación con otras provincias. Además, se están considerando ajustes en las tarifas de taxis y remises debido al aumento de costos en combustibles.
El objetivo es garantizar un servicio de alumbrado que contribuya a la seguridad y calidad de vida de los ciudadanos, equilibrando las necesidades de la población con el uso responsable de los recursos.