Es a raíz de la decisión de considerar que su jurisdicción abarca los teritorios ocupados en la guerra de Medio Oriente de 1967.
La Corte Penal Internacional (CPI) se declaró este viernes con autoridad para juzgar eventuales crímenes de guerra en Cisjordania, Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza, territorios palestinos ocupados por Israel, lo que abre la posibilidad de que la Fiscalía inicie una investigación en tal sentido, decisión que ya recogió el obvio respaldo palestino y el rechazo de Washington y de la administración de Benjamin Netanyahu.
La decisión
La decisión de la CPI fue por mayoría de 2 a 1, y en respuesta a la fiscal principal, Fatou Bensouda, que en 2019 consideró que existía una “base razonable” para iniciar una investigación por crímenes de guerra a las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza y sus asentamientos en Cisjordania, reclamados por Palestina.
Igualmente, Bensouda, de nacionalidad gambiana, pidió a la Corte que determine si tenía jurisdicción territorial antes de avanzar en el caso, atento a que Israel no es firmante del Estatuto de Roma y, en consecuencia, no está bajo jurisdicción del cuerpo de Justicia mundial.
La reacción de Palestina
La decisión de la Corte sobre su jurisdicción en los territorios ocupados representa una «victoria de la justicia», destacó el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh.
«Esta decisión (de la CPI) es una victoria para la justicia y la humanidad, para los valores de la verdad, la equidad y la libertad, y para la sangre de las víctimas y sus familias», dijo Shtayyeh, citado por la agencia Wafa.
La respuesta de Israel
En una respuesta casi inmediata, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó a la CPI de «tribunal político».
“Hoy, el tribunal probó una vez más que es un órgano político y no una institución judicial», criticó Netanyahu en un comunicado, citado por la agencia de noticias AFP.
En plena festividad judía del sabbat, o sea, sin actividad oficial, el primer ministro advirtió que la decisión de la CPI socava el «derecho de las democracias a defenderse contra el terrorismo».
Para Netanyahu, la CPI «persigue a Israel, un país con un régimen democrático fuerte, que santifica el estado de derecho y no es miembro del tribunal».
La repercusión en Washington
A su turno, el vocero del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, reveló la preocupación de Washington por la decisión del tribunal internacional.
«Tenemos serias preocupaciones respecto a los intentos de la CPI de ejercer su jurisdicción sobre personal israelí. Siempre hemos tenido la postura de que la jurisdicción de la corte debe limitarse a los países que la aprueban o que son remitidos (a esta) por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», dijo Price, según recogió la agencia de noticias Sputnik.
EEUU tampoco reconoce el trabajo de la CPI porque no adhirió al tratado de Roma, al punto que en el pasado procuró que el cuerpo dejara de investigar si sus soldados cometieron atrocidades en Afganistán.
La CPI es un tribunal de justicia internacional permanente con sede en La Haya, Países Bajos, fundado en 2002, cuya misión es juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, guerra, agresión y lesa humanidad.
La cuestión central era si podía tomar una decisión que involucrara a un país que no le reconoce jurisdicción en litigio con otro que sí.
Fuente: Télam