Pilar Calvo Nadal tiene 33 años y tanto ella como su familia contrajeron Covid-19. Su esposo tuvo neumonía bilateral y cerca de obtener el alta, ella comenzó con complicaciones. Estuvo internada 13 días de los cuales 8 debió usar el casco de oxígeno.
En diálogo con Radio UNLaR, Pilar afirmó que, “el diagnóstico de Covid positivo te pone en alerta. La cepa que nos dio es muy contagiosa y todo el grupo familiar se contagió”, comentó.
Pilar contó que su marido empezó con los síntomas y a los seis días ella empezó con fiebre. Luego su hijo de 7 años tuvo fiebre y el bebé de 3 años empezó con mucho moco y estuvo cuatro días con fiebre. “Mi marido hizo neumonía bilateral y tuve que atenderlos a ellos yo sola. Lo trasladaron al hospital, lo internaron y con la nueva medicación empezó a evolucionar bien”.
Sin embargo, a los dos días que le dieron el alta a su marido empezó con fiebre fuerte y se desmayó. “Tuve una neumonía bilateral complicada y querían internarme en terapia intensiva pero no había camas disponibles” relató Pilar. A pesar de los medicamentos que les dieron el COE a ella y su familia “el virus siguió avanzando, por eso pensamos que esta cepa es realmente diferente al Covid-19 porque tuve muchos amigos treinteañeros que tuvieron Covid y no la pasaron tan mal como yo” asegura Pilar.
En los días de internación, la joven debió usar el casco de oxígeno, “me tomaron las medidas para que calce perfecto y recién con eso empecé a evolucionar bien, lo tuve puesto ocho días” comentó. En ese sentido, Pilar destacó el trabajo de los médicos y el personal del hospital de Clínicas “realmente impecable, quiero seguir el contacto con ellos porque la verdad son admirables, tienen casi la misma edad que yo o incluso son más chicos y son súper profesionales, todo el tiempo atentos a los pacientes”.
Pilar se recuperó favorablemente y después del alta le indicaron que tenía que hacer reposo absoluto por cinco días en casa, “no podía hacer movimientos fuertes con los brazos ni levantar cosas porque así se podían generar más lesiones. Me dieron ejercicios de respiración que me resultaron muy difíciles de hacer, lo cual era normal después de haber tenido Covid” explicó. “Me dijeron que por dos meses iba a tener esa sensación de que se me durmieran las piernas, calambres en las pantorrillas, puntadas en las costillas” cuenta la joven.
Por último, Pilar contó que ya tiene el turno para la vacuna, “me dijeron que me vacune tranquila, al no haber necesitado plasma me la puedo colocar. Mi marido ya se vacunó” relató esperanzada.
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