En una entrevista exclusiva, la diputada Vilma Ripoll del Frente de Izquierda Unidad de Buenos Aires compartió un análisis profundo sobre los recientes acontecimientos políticos y sociales en Argentina, destacando los avances en la pelea por financiamiento para las universidades y el hospital Garrahan, así como las confrontaciones con el gobierno en materia de salud, educación y derechos laborales.
Ripoll calificó como «muy importante y reconfortante» la sesión parlamentaria del día anterior, donde se logró avanzar en leyes relacionadas con el financiamiento de la universidad pública y el Hospital Garrahan. Ambas, sostuvo, son instituciones que «merecen ser reivindicadas» porque enfrentan riesgos serios de cierre por falta de presupuesto. La legisladora criticó duramente que, bajo la excusa del equilibrio fiscal y el déficit fiscal, el gobierno utilice esas justificaciones para recortar recursos esenciales, afectando a jubilados, discapacitados y las instituciones públicas.
La diputada fue muy clara al señalar que las políticas del gobierno priorizan el pago de la deuda y las operaciones con dólares del Fondo Monetario Internacional, en detrimento de las necesidades de la población. «Es mentira que el gasto para estas leyes ponga en peligro el déficit fiscal», afirmó, y agregó que el gasto en salud pública y educación, aunque limitado, es imprescindible y no puede ser considerado un gasto superfluo.
Ripoll también abordó la fuerte represión policial durante las movilizaciones, señalando que las fuerzas del Estado utilizan gases lacrimógenos y otros métodos para reprimir a los manifestantes, incluso a niños y jubilados. Sin embargo, valoró la movilización popular, señalando que «valió la pena salir a la calle» y que esa resistencia está despertando confianza en los trabajadores y estudiantes, quienes podrían intensificar la lucha si el gobierno veta las leyes aprobadas.
Sobre el Hospital Garrahan, resaltó su importancia como centro especializado que recibe pacientes de todo el país, y criticó la transformación de los residentes en becarios, lo que considera un trabajo precarizado. Además, denunció que los recursos destinados a los servicios de inteligencia, en realidad, financian espionaje y no benefician a la salud pública. Propuso, incluso, que esos fondos se destinen a mejorar las condiciones laborales y salariales de los profesionales del hospital.
Ripoll hizo un reclamo vehemente por la defensa de la educación y la salud públicas, denunciando que el gobierno busca reducir y liquidar instituciones que son “un orgullo para el país” para beneficiar a sectores privilegiados, como las grandes empresas y la élite rural.
La diputada finalizó reafirmando su compromiso con la lucha por derechos comunes y criticando duramente las políticas de ajuste y privatización del gobierno. Para Ripoll, la movilización social y la organización popular son las claves para resistir y conquistar una Argentina más justa y pública.