Alejandra Bustamante está profundamente ligada a la cerámica desde hace 37 años. Hace 11 empezó a dictar talleres en La Rioja, creó la «Ruta del fuego» y actualmente vende sus piezas y realiza cursos intensivos para enseñar y contagiar el oficio.
En una charla con Multimedio UNLaR contó su experiencia en este oficio y realizó una pieza en vivo para mostrar la técnica que, asegura, es una terapia. “De chica siempre me llamó la atención la cerámica. A los 20 años me vine a vivir a La Rioja, a Famatina, y conocí el barro por medio de Aniceto Vargas, un ceramista de ahí y ya me quedé”, explica.
“La cerámica no se sabe si te salió bien hasta que no se cocina. El trabajo con la arcilla tiene su proceso, por eso acá trabajas mucho la paciencia, trabajas con la ansiedad, tenés que bajar sino, no va”, detalla Alejandra sobre la técnica y el proceso. “A mi la cerámica me enseñó a vivir. Yo pierdo la dimensión del tiempo cuando trabajo. Por eso la elegí, porque vivo en un limbo”, bromea.
Trabaja con arcilla que extrae de distintos lugares de La Rioja: “Mi proyecto a futuro es la investigación y experimentación de los sedimentos que tenemos acá en La Rioja para poder lograr una cerámica con tierra de acá y no tener que depender de la compra”.
Es, entre muchas acciones que llevó adelante durante estos años, la creadora del proyecto “La ruta del fuego” a partir del cual construye hornos de barro en el interior de la provincia para cocer las piezas que crean en los encuentros.
Actualmente dicta talleres de cerámica ancestral en el Espacio de Arte 2T, que comparte con su socia y artista Diana Guzmán.