Crítica situación del hospital universitario por falta de fondos

En diálogo con HOY ES MEJOR, La Secretaria Legal y Técnica de la UNLaR, brindó claridad sobre la situación de los trabajadores del hospital universitario, a partir del reclamo de un grupo de trabajadores que desde 2018 se encuentran bajo la modalidad denominada “docente asistencial” y, la demora en el pago de algunos de los ítems que les corresponden a los nodocentes que trabajan en otras áreas de la institución.

Respecto al hospital, la funcionaria explicó que se trata de trabajadores que se encuentran fuera de convenio y cobran el equivalente a un JTP simple (por su vinculación con alguna cátedra), sumado a un adicional que equivale a un cargo de ayudantía con dedicación exclusiva o de JTP semi-exclusiva.

Este modo de pago que fue establecido de manera transitoria durante la gestión de Fabián Calderón. Se realizó con la idea de que fuera momentáneo, hasta que se pudieran conseguir los cargos correspondientes. La funcionaria aseguró que actualmente se vienen realizando numerosas gestiones a nivel nacional para solucionar este conflicto.

Por otra parte, la Secretaria Legal y Técnica de la UNLaR aclaró la diferencia existente ente fondos consolidados y no consolidados. “Los primeros son los casos de los cargos bajo  convenio y reconocidos desde Educación, como lo son los casos de docentes y nodocentes. Es dinero que viene con nombre y apellido”.

Señaló que todos los adicionales que no se encuentran consolidados,  no los reconoce la Subsecretaría de Políticas Universitarias, por lo que por eso no envía los fondos necesarios, aunque desde 2018 los abona la universidad con fondos que inicialmente eran para gastos de funcionamiento.

«El problema surge a  partir de los elevados índices inflacionarios y que la UNLaR (como todas las universidades públicas del país) posee un presupuesto fijado en noviembre del 2022, reconducido nuevamente este año, presentando un atraso importante en su actualización”, agregó Vilte. Por esta situación, es comprensible que los gastos de funcionamientos hayan quedado desfasados, y sean insuficientes, ya que poseen un retraso de varios años en su reajuste.

Esta falta de fondos auténticos alcanza también a directores de carrera, regentes, autoridades y suplementos nodocentes. Es una situación crítica, que nadie desconoce y que se vino advirtiendo por parte de las autoridades universitarias.

A partir de la gran marcha federal universitaria, las autoridades nacionales enviaron partidas a la universidades. A raíz de la gran movilización, se enviaron dos partidas: una con un incremento para gastos de funcionamiento y, otra especial para gastos de funcionamiento específicos para el Hospital Vírgen María de Fátima, gestionado por el rector Daniel Quiroga.

“El problema lo vamos a tener el próximo mes, cuando ya no hayan quedado fondos para los gastos de funcionamiento”, dijo Vilte, ya que el rector difirió el pago del suplemento, esperando que el Consejo Superior decidiera sobre dicha cuestión, hasta que se lograsen los cargos necesarios.

“No se pueden dejar a los trabajadores sin cobrar, aunque nos quedemos sin dinero para los gastos de funcionamiento”, agregó la abogada.

Hasta ahora, la decisión la venía tomando el rector, pero ante la coyuntura actual, donde la lupa está puesta sobre las universidades, el momento amerita que la decisión sea conjunta entre oposición y oficialismo, aunque no se logró, explicó.

Por último, Vilte consignó que “el Consejo Superior no quería tomar esa medida y el Rector, aunque sea en soledad, tiene la decisión de pagar los sueldos, pero es una situación que amerita ser tomada por todos los sectores que cogobiernan la universidad, ya que la gestión anterior tomó decisiones irresponsables”.

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